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sábado, 20 de mayo de 2023

Cómo mejorar la confianza y autoestima en niños, según el método Montessori

Cómo mejorar la confianza y autoestima en niños, según el método Montessori



Por Diana Arbeláez 

El movimiento libre ayuda a mejorar la confianza y autoestima de los niños y les explicamos qué hacer con ellos según su edad.

La Confianza y autoestima en niños, dependiendo su edad, es totalmente posible y puede ser a través del juego y movimiento libre.



El movimiento libre era uno de los conceptos más importantes para María Montessori, ella creía que permitir a los niños moverse libremente, explorar y descubrir a su propio ritmo les ayudaba a desarrollar habilidades físicas, cognitivas y emocionales.

Beneficios del movimiento libre:

Es importante cambiar la manera en que miramos a los niños, considerándolos seres capaces, profundos, sensibles, con un enorme potencial que los adultos debemos respetar.

Al proporcionar un entorno enriquecedor y variado para el movimiento, los niños pueden explorar y descubrir su mundo de manera autónoma y creativa, lo que les permitirá alcanzar su máximo potencial.

Uno de los grandes beneficios es que mejora la capacidad para controlar sus movimientos y aprenden a regular su propio comportamiento y con ello, también se puede mejorar la confianza y autoestima de los niños. 

Y es que sucede algo muy mágico en ellos al sentirse libres de explorar su entorno; se sienten más seguros y autónomos, además de que fomenta la curiosidad, creatividad y ayuda al equilibrio.

Todo por elección, nada por imposición, es justamente la sensación que tienen cuando los niños se sienten en libertad de moverse y eso ayuda a que disfruten sus acciones y confíen en sí mismos, se valoren, conozcan y se aprendan a expresar.



Los niños no nacen para estar quietos porque son seres en movimiento; tampoco están para NO tocar cosas, ser pacientes o estar callados. El movimiento es parte de su psique y conecta con cómo se siente y la manera en la que perciben su entorno.

Un niño que alcanza por sí mismo las distintas etapas del desarrollo motor puede estar más relajado y con eso mejorar la confianza y autoestima que tiene.

Consciencia de su propio cuerpo parado o en movimiento.

Cuando un adulto interviene en exceso, lo que el niño interioriza es que no está preparado, que no puede lograrlo sin ayuda. Cuando permitimos el movimiento libre, el resultado es todo lo contrario y esto les da autoestima.

El niño en movimiento libre aprende a evaluar riesgos y a protegerse de ellos. Actúa con más prudencia y se siente seguro a la hora de experimentar, por ende se siente más seguro.

Cuando permitimos el movimiento libre, ayudamos a la autoestima de los niños porque confiamos en sus capacidades y su potencial.

Actividades sugeridas para fovorecer la cosciencia  de su propio cuerpo: 

*Usen juguetes y materiales que fomenten el movimiento, como pelotas, aros, cuerdas para saltar.

*Organicen juegos para que los niños imiten diferentes movimientos.

*Realicen juegos de persecución y carreras al aire libre.

*Usen bicicletas, patinetas o triciclos para que los niños se desplacen libremente.

*Estimula su  creatividad y el movimiento con actividades como el baile libre o el yoga infantil.

*Organicen juegos deportivos como el fútbol o basquetbol. Proporciona elementos como cuerdas de saltar, aros y pesas ligeras para que los niños puedan realizar ejercicios de coordinación y equilibrio.

*Fomentar la exploración y el movimiento creativo con actividades como el teatro, la danza o deporte extremo según el interés de tus hijos, ayuda a mejorar la confianza y autoestima del niño.

El movimiento libre es una parte esencial de la infancia y su fomento es fundamental para el desarrollo integral de los niños.

Permitir que los niños se muevan libremente, sin restricciones innecesarias, les ayuda a desarrollar habilidades importantes y  es un excelente apoyo para la autoestima en niños.

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sábado, 6 de mayo de 2023

“Lo primordial para educar a nuestros hijos es que volvamos a ser un poco niños”

 

“Lo primordial para educar a nuestros hijos es que volvamos a ser un poco niños”

Gabriel García de Oro



Para Gabriel García de Oro, lo primero que tenemos que hacer los padres es “dejarnos educar por nuestros hijos. Si nos reeducamos seremos capaces de introducir valores muy importantes en casa”. 

1.El valor del asombro:

Decía este filósofo y creativo publicitario que hemos dejado de sorprendernos y admirarnos por todo, y que lo primordial para educar a nuestros hijos es que “volvamos a ser un poco niños. En eso tenemos que reeducarnos nosotros mismos”.

Gabriel García de Oro hizo hincapié en un dato poco conocido: la capacidad de asombro está íntimamente ligada en los adultos a la salud mental. Por eso nos invitó a no dejar nunca de asombrarnos y, en eso, está claro que nuestros hijos van a ser nuestros grandes maestros, porque el asombro “es la puerta de la filosofía“.

 2.El valor del silencio

El silencio nos asusta, sobre todo si viene de parte nuestro hijo. Queremos saber todo el tiempo qué está haciendo, qué está pensando. Y es importante que le ofrezcamos silencio, que no es lo mismo que estar callado“. Para García de Oro, el silencio es poderoso y permite reflexionar, demos espacios de silencio. “Provoquemos islas del silencio, porque el silencio es el comienzo de la sabiduría y precisamente es desde el silencio desde el que se desprende la conversación“.

“El silencio nos asusta, sobre todo si viene de parte de nuestros hijos”, Gabriel García de Oro

3.El valor de la escucha


 Para Gabriel García de Oro existen cuatro tipos de escucha:

  • Antipática
  • Apática
  • Simpática
  • Empática

Es precisamente esta última la que hay que fomentar, la que permite estar en silencio, mostrando un interés genuino hacia nuestros hijos y sin “sintonizar continuamente la radio de nuestra cabeza”. Esto es así porque la presencia (‘presente’) “es un regalo. Démosle ese regalo a nuestro hijo. Démosle presencia”.

4.El valor de las preguntas


 Es evidente que preguntar es un acto de filosofía, y que si nuestros hijos se distinguen por algo es por eso, por sus “por qués”.

Durante su charla, este filósofo nos invitó a evitar las preguntas que incluyen una respuesta o un juicio en ellas. A que en su lugar hagamos preguntas abiertas que les obliguen a pensar.  A que no les salvemos del silencio, a que sostengamos ese silencio. 

“No salvemos a nuestros hijos del silencio. Sostengamos el silencio con ellos”, Gabriel Garía de Oro

Y es que preguntar nace de un interés legítimo, de una escucha, de un silencio y de una capacidad de asombro. Y como padres necesitamos “urgentemente” reconectar con nuestro niño interior. “Para eso, nuestro hijo es la puerta, es la posibilidad de que volvamos a ser niños”, concluyó.

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